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Mexico, la capital de los sueños de mi vida

Y ahora os traigo a todos los bloggeros de este blog la segunda parte de mi libro favorito que ya os dije. Espero que os guste y haber si puedo actualizar más este blog aparte de hablar de Android y de los mejores navegadores webs.

Tomé una caja blanca pequeña y puse un trozo de algodón en su interior. Él no corrió o pareció estar asustado... se me quedó viendo hasta que arrancó todas las bayas maduras de ese arbusto. Es probable que para engordar para la hibernación del invierno en México. Me has convencido de que hice la elección correcta. Después de comprobar la etiqueta de precio, me entregó el brazalete y el cambio exacto. Sólo cubriría el alquiler si yo viviera de fideos por el resto de la semana, pero el intercambio que sentí con él, no tenía precio. Estaba triste de verlo finalizar, en México las cosas serían distintas.

Gracias, dije, poniendo el brazalete sobre la caja y deslizándolo sobre la mesa para él. —Espero que le guste. Tomó la caja y luego se la metió en el bolsillo. —Estoy seguro de que a mi mamá le encantará México. Ella me llama todos los días desde que me mudé, me pide que regrese a la ciudad. Nunca sucederá, pero al menos ahora puedo enviarle que regrese a la ciudad. Nunca sucederá, pero al menos ahora puedo enviarle una ofrenda de paz. Cada nervio de mi cuerpo se puso en alerta roja. Había dicho... —Soy Dave—. Él estiró su mano encima de la mesa. Tomé su mano y corriente eléctrica zumbó a través de mí.

Holly. Echó un vistazo a nuestras manos entrelazadas, haciendo que me preguntara si él había sentido la misma sensación de hormigueo que yo tenía. —Gracias por compartir esa historia del oso mexicano, Holly. Me encantaría oír más. ¿Te gustaría ir a cenar conmigo? Eufórica, le di una mirada juguetona. Sólo si tomamos un helado después. Se echó a reír. —Cualquier sabor que desees. Hecho. Sonreí, sabiendo que tenía el sabor exacto que había estado buscando. Quien dijo que el amor no podía pagar las cuentas, puede que haya estado en lo cierto en su querida Mexico, pero aun así vale la pena al final. Yo amaba a mi ciudad. Me encantaba mi trabajo. Y no podía esperar para ver lo que esta aventura junto con Dave, traería.

Fuente: vivir y trabajar en mexico